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Blog dedicado a relatar las experiencias, anécdotas y sensaciones vividas en la ciudad más grande de Canadá.

domingo, 16 de agosto de 2015

Primera semana en Toronto

Esta primera semana aquí se me ha pasado volando. Ha habido de todo. Y lo mejor es que esto cada vez me gusta más. Si bien esta semana me ha servido más que nada para ir adaptándome y conociendo la ciudad, todavía me queda mucho por descubrir.

Como decía, los primeros días en Toronto son básicamente para adaptarse. Primeramente, hay que adaptarse a los horarios de aquí. Por ejemplo, yo el desayuno lo tomo a las 7 de la mañana porque a las 8:30 empezamos las clases. Luego, la comida la tenemos hacia las 11:30. ¡A ver quién come a esa hora en España! Y ya la cena es hacia las 19:30 o antes. El desayuno hay que tomarlo medianamente fuerte, porque la comida es muy básica, no como en España que suele ser contundente. Aquí ocurre eso con la cena. ¿Si es difícil adaptarse? En mi opinión no. Quizás los primeros días haya algo de hambre a ciertas horas, como les pasaba a algunos compañeros míos, pero luego uno ya se hace. En cuanto al tipo de comida esto ya dependerá de los orígenes de la familia de acogida. Yo la verdad es que no me puedo quejar con lo que nos dan en casa para comer. Quizás también sea que me he adaptado bien, no lo sé. El tema es ir con la mente abierta en cuanto a comidas, que tampoco tienen porqué ser muy distintas de las nuestras.

Con la familia de acogida todo va perfecto. Son muy agradables y me tratan muy bien. La verdad es que nos dan bastante libertad para hacer lo que queramos fuera de casa. Según me han dicho, la mayoría de familias de acogida son filipinas, aunque en mi caso al menos el hombre es canadiense. Cuando nos sentamos a cenar, la mujer también cena con nosotros y hablamos con ella, por lo que podemos seguir practicando el inglés en casa.

Al principio puede haber algo de miedo a coger el transporte público, porque uno no tiene ni idea de cómo funciona este. Pero después de unos días, enseguida se familiariza uno con el metro, el bus o el transporte que tengamos que coger. En mi caso, con coger el metro me vale. Hay otros que tienen que coger bus y metro para llegar a la academia. También es verdad que el transporte público no es barato en Toronto. Al mes, si no somos estudiantes, podemos pagar entre 140 y 160$ canadienses (no recuerdo la cifra exacta). Y eso con el pase mensual. Es bastante, sí. Pero al menos funciona bastante bien toda la red de transporte público, llamada TTC, aunque los que viven aquí tienen quejas contra su servicio y lo caro que es.

En cuanto a la academia y sus clases, bastante satisfecho. Yo tengo clase desde las 8:30 a las 13:30 (los que tienen la llamada power class hasta las 15:20). La verdad es que se hace bastante ameno. Por ejemplo, con mi profesora, que se llama Mary, solemos estar hablando durante un rato. Una vez entramos en materia y cuando hay que hacer ejercicios, nos anima a hacerlos o a revisarlos juntos para ver si hemos puesto lo mismo o no. Y para finalizar, solemos hacer un juego en equipos. Los juegos suelen estar enfocados a vocabulario, artículos, phrasal verbs... Como digo, se hace bastante ameno. Los martes y jueves la última hora y media nos separamos para ir a otra clase enfocada en un aspecto en particular del aprendizaje del inglés que nos dan a escoger el primer día en ILAC. Yo escogí listening and speaking y estoy bastante a gusto. Sobre los profesores puedo decir que son bastante agradables y divertidos y se puede aprender mucho con ellos.

Esta primera semana he podido ir a tres actividades organizadas por la escuela y estuvieron realmente bien. Fuimos a la CN Tower, al Royal Ontario Museum y al partido de béisbol entre los Toronto Blue Jays y los New York Yankees. A pesar de que son actividades que organiza la escuela, esto no quiere decir que entren dentro del precio que pagamos por las clases. Cada actividad tiene su precio y tienen que ser reservadas. Para ir a estas, tenemos un punto de encuentro o meeting point en uno de los edificios donde la escuela tiene clases. Por lo general, cuando nos reunimos ahí y da la hora en la que se nos ha dicho que estuviéramos, empiezan a comprobar que hayamos hecho la reserva y que estemos todos. Después de esto, nos llevan hasta el lugar de la visita o la actividad que vamos a realizar y nos dan los tickets. Una vez cada uno tiene su ticket o entramos todos, nos dejan libres. Es decir, podemos estar el tiempo que queramos. Todo esto por lo general. Luego, todo dependerá del tipo de actividad. Alguien que esté pensando en venir aquí en un futuro a estudiar con ILAC quizás se pregunte: “¿y si reservo una actividad o visita pero no tengo con quién ir?”. Sinceramente, eso es lo de menos. Hay quien va con amigos que ha hecho en la academia o quien va solo. Si no queremos estar solos, durante cada actividad seguro que conoceremos gente con quien podremos estar para no sentirnos solos. O también nos podemos encontrar con compañeros de clase. De verdad que es algo que no importa. A alguien terminaremos conociendo. Que no sea esto algo que nos cohiba de subir a la CN Tower o de ir a la cataratas del Niagara, por favor.

Los compañeros de clase son muy majos. Hay alguno que está un poco loco, pero siempre hay risas en clase. Se respira buen ambiente. Lo mejor es conocer gente de otros países y culturas que quizás ni siquiera pensábamos que llegaríamos a conocer jamás. Yo, por ejemplo, me esperaba conocer japoneses, pero no coreanos, y hay un montón. También es importante que aunque haya hispanohablantes en clase (yo tengo una colombiana y una chilena), practiquemos el inglés con ellos. Si vamos para estudiar inglés, tenemos que practicarlo el máximo posible. Algunos pensareis que es imposible si uno se mezcla con gente que habla su misma lengua. Pero es posible. De hecho, en mi visita a la CN Tower, estuve con un grupo en el que estábamos una chica mexicana, un chico chileno y dos españoles. Pues bien, en todo el tiempo que estuvimos allí, no hablamos nada de castellano. Por lo que se puede. Solo hay que proponérselo.

Con el idioma me voy defendiendo bastante bien, aunque cuesta bastante entender a los nativos en sitios en los que hay mucho ruido o cuando hablan muy rápido. Sin embargo, tampoco tienen problema en repetir las cosas. Saben que hay mucha gente de fuera y que algunos venimos a estudiar inglés aquí.

Por último, la ciudad y todo lo que a ella concierne me encanta, o al menos hasta el momento. A cualquiera que le guste el rollo americano, las ciudades grandes y multiculturales, le tiene que gustar Toronto. Además, las personas que trabajan de cara al público, son muy agradables. De hecho, según el lugar incluso se interesan por qué tal nos encontramos y demás. Luego, uno puede caminar tranquilo por la calle, no hay sensación de inseguridad. Los que han podido visitar Estados Unidos me han dicho que en Toronto tampoco hay tantos vagabundos como allí. Y la verdad es que no hay tantos como quizás pudiera haber en otras ciudades grandes.

Resumiendo, esta primera semana está siendo muy satisfactoria, y aunque también echo de menos a mi gente, estoy disfrutando mucho de la experiencia. Tengo la confianza de que así seguirá siendo. 

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