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Blog dedicado a relatar las experiencias, anécdotas y sensaciones vividas en la ciudad más grande de Canadá.

martes, 11 de agosto de 2015

Primer día en Toronto

Ya hace cosa de un día y medio que llegué, y ya hay alguna que otra cosa que contar. Iré de forma cronológica.

Puedo decir que esta experiencia comienza a partir de la despedida con mis padres en el aeropuerto de Lisboa. A partir de ahí, sólo estoy yo, no hay nadie más conmigo y me las tengo que empezar a arreglar yo solito. Pues bien, después de despedirme, tenía que pasar el control de seguridad del aeropuerto. Aquí no debería de haber habido ningún tipo de complicación, pero lo hubo. Cuando pasé yo sólo sin maletas, me pitó el detector. Me cachearon y nada. Luego, la policía que estaba en el escáner detectó algo en mi mochila. Mandó que se me abriera y sacara todo. No vieron nada. A pasar otra vez todo por el escáner por separado. Yo ya empezando a preocuparme por si me habían metido droga en la mochila... Bueno, total que la culpa de todo esto la tuvo mi grapadora. Si, las policías se reían. Tras esto, pasar por la aduana, por todas las tiendas que te hacen pasar y al final llegar a la puerta de embarque. Allí es donde me empiezo a dar cuenta de que es muy difícil saber quién es canadiense, como me sigue pasando ya aquí. Tras esperar más de media hora, empezamos a embarcar.

Ya en el avión, un A330, la cosa coge buena pinta para un viaje de entre 7 y 8h. Resulta que el avión que nos tocó tenía pantallas táctiles en los reposa cabezas y podías escoger qué peli, serie o programa ver (la variedad era amplia) o incluso jugar a algunos de los juegos que venían incorporados. Además de eso, también podíamos estar viendo en estas pantallas en cualquier momento que quisiéramos cualquier dato sobre el vuelo. Luego, en lo que a este se refiere, hubo de todo. En general fue tranquilo y se iba a gusto. Sin embargo, hubo algunos pequeños momentos de turbulencias (como mucho 2min) en los que no lo pasamos muy bien. De hecho, en un momento el avión se puso en una posición incluso un poco más inclinada que en los aterrizajes. En ese momento que duró tan solo 2 segundos yo ya me veía tocando agua. Qué sensación... Finalmente, aterrizamos en Toronto sin ningún tipo de problema. 

Una vez en suelo canadiense, la sensación de satisfacción era alta. Por fin había llegado. Pasé la aduana sin ningún tipo de problemas (me hicieron alguna pregunta, pero todo fue bien), y luego, a por las maletas. La primera la pillé según llegué a la zona de recogida de maletas. Pero hasta que me llegó la segunda tuve que esperar unos 30min, pero bueno, entraba dentro del tiempo durante el que me estarían esperando los representantes de ILAC. Por lo tanto, al salir de allí, miré al punto de información, que se ve enseguida, y allí estaban. Después de darme una cordial bienvenida, tanto a mi como a una pareja brasileña nos llevaron a nuestros respectivos homestays. El conductor era latino, por lo que esos primeros momentos no hablamos en inglés. En el viaje a las casas me di cuenta de que Toronto, en extensión, es enorme. Pero enorme, eh! Después de andar varios kilómetros en coche y dejar a la pareja brasileña, llegamos a la casa de mi familia de acogida. Es una zona con una estampa típica de las casas unifamiliares americanas, con todas sus calles lo más rectas y parecidas posibles. Casas muy bonitas, coches muy grandes, aceras bajas, carreteras anchas. Se respiraba tranquilidad. Nos bajamos del coche y mi chofer me acompañó hasta la puerta de la casa de mi familia. Después de tocar la puerta de la casa de Jay y Rosana (estos serán algo así como mis padres canadienses), la mujer, filipina, nos abrió la puerta. Me dio la bienvenida y enseguida entramos en casa. Lo primero que me ordenó, eso si, fue que me quitara las zapatillas antes de entrar. Por lo tanto, las dejé en la entrada y seguí en calcetines. Me llevó directamente a mi habitación para que dejara allí mis cosas y también enseñármela. Una habitación con dos camas, una televisión grande apoyada sobre un armario y un armario empotrado. También con una ventana que da al jardín. Luego, pasó a enseñarme toda la casa y me explicó lo que necesitaba saber. Me sorprendió entenderla tan bien como lo hice. Esperaba estar muy perdido los primeros días. Tras ver la casa, me dio las llaves de casa y me dejó descansar. Quizás, estar ese tiempo solo ha sido lo peor hasta ahora. Empiezas a asimilar todo, a echar de menos a la gente más cercana, a darte cuenta de que estás solo, que no conoces a nadie, tampoco sabes dónde estás realmente... Pero bueno, no todo iba a ser felicidad absoluta. Después de unas horas, llegó uno de los estudiantes que vive en la misma casa que yo. Se llama Yuki y es japonés. Un chico muy majo y alegre. Cenamos juntos, y mientras tanto, nuestra familia de acogida se fue a la iglesia. Después de cenar y tras haber estado conversando con Yuki un rato, me fui a la cama. Según me tumbé me quedé frito. Eran las 8 p.m. de aquí. Más tarde, llegó mi compañero de habitación, ucraniano, al cual todavía no me he podido ni presentar. El tema es que mientras que yo tengo clases por la mañana, él las tiene por las tarde, por lo que aprovecha a dormir a la mañana. Luego, cuando yo llego a casa, él ya no está, y encima suele llegar tarde. Supongo que algún día nos presentaremos, pero ya veremos cuando...

A la mañana, me levanté a las 6 a.m., ya que tenía que estar a las 8 a.m. en la academia e ir desde casa supone unos 30-45 minutos. En este trayecto me acompañó Yuki para ayudarme a conocer el camino a la estación, dónde bajar y cómo llegar a ILAC. Una vez llegamos, aquello estaba abarrotado de nuevos estudiantes. Gracias a que había hecho el check-in antes, me dirigieron de los primeros a donde teníamos que ir a por alguna información que nos tenían que dar. Después, nos llevaron a la biblioteca pública de Toronto donde hicimos el test para que evaluaran nuestro nivel. Durante el tiempo que esperábamos para hacer una parte del test, pude conocer otros nuevos estudiantes y empezar a practicar con ellos el inglés. La gran mayoría eran asiáticos y brasileños. En la biblioteca también nos dieron algunos detalles sobre la academia. Una vez nos hicieron toda la orientación, nos dejaron libres. La pena fue que justo cuando nos dejaron libres empezó a llover, por lo que tampoco apetecía hacer demasiadas cosas. De todas formas, yo me animé a ir a Eaton Centre solo, que me ha parecido espectacular. Es un centro comercial enorme, con una gran cantidad de tiendas y lugares donde comer. Pero bueno, ya hablaré sobre este lugar de forma más extensa en otro momento. Después de pasearme por Eaton Centre durante unas horas y conseguir una tarjeta sim para el movil, volví solo a la casa y llegué sano y salvo. 

Ahora mismo la sensación es que hay muchas cosas que tengo que conocer y que va a llevar su tiempo. Hay cosas que me van gustando y no tenemos en España. Luego, como ya he dicho antes, no soy capaz de saber quién es canadiense y quién no, porque aquí todo el mundo parece de fuera. De momento, Toronto tiene buena pinta. Os seguiré contando.

PD: Os dejo alguna foto de la casa en la que estoy viviendo. Son sacadas del Street View de Google Maps. A ver si las próximas fotos que suba pueden ser propias.



2 comentarios:

  1. Buenas :)
    Justo estaba pensando en irme el año que viene a Toronto a estudiar inglés y me he encontrado tu blog por sorpresa, seguro que me vendrá genial. De momento tengo algunas dudas:
    Me encantó ver que con AirTransat se puede hacer vuelo directo y evitar tener que hacer 1 o 2 escalas. Estuve mirando pero no tienen demasiados vuelos programados, de hecho prácticamente ninguno, ¿te pasó a ti también?

    ¿El presupuesto de la escuela ILAC hay que pedirlo explícitamente por correo? Porque en su web en español no encuentro las tarifas (en inglés si aparece).

    ¿Qué tal la gente por allí, mucha variedad o son la mayoría asiáticos y latinoamericanos como decías en el post?

    ¿Qué tal las primeras impresiones?¿Recomendable?

    Creo que con esto es suficiente por ahora, estaré pendiente de lo que cuentas en el blog y si me surge algo nuevo te cuento. Mucho ánimo!

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    1. Buenas Alberto!
      Gracias por visitar el blog ;)

      Te cuento. Yo cuando empecé a mirar lo de Toronto fue a partir de finales de septiembre. Ahora mismo no recuerdo muy bien cómo andaba el tema de vuelos programados para entonces, pero puede que tuviese que esperar un poco para tener algún vuelo programado para agosto. De todas formas, no te preocupes, porque los vuelos tienen que salir. Lo que tienes que hacer es en cuanto salgan los vuelos que quieres, empezar a seguir cómo evolucionan los precios y cuando lo veas oportuno (sobre noviembre ya tendrás un buen precio, aunque en diciembre yo llegué a verlos incluso más baratos) cogerlo.

      En cuanto al presupuesto, lo puedes pedir sin compromiso alguno. Aunque también puedes hacerlo por tu cuenta para hacerte una idea. Si lo haces por tu cuenta, acuérdate de añadir la matricula, el seguro médico y demás cositas.

      La verdad es que estos primeros días estoy viendo más asiáticos que en toda mi vida. Es increíble. Hay mucha variedad de gente de distintos países, pero de Corea del Sur, Japón y otros países asiáticos predominan. Hay mucho brasileño también. En cuanto a españoles, pocos. Hay latinoamericanos, eso si, pero nos siguen superando los asiáticos a los hispano hablantes. Por ejemplo, en mi clase, de 15 solo 3 sabemos español: yo que soy español y una chica de Chile y otra de Colombia. Luego, también tengo un chico de Italia, otro de Suiza, una chica parisina... Lo bueno es que aquí todos venimos a estudiar inglés, por lo que aunque sepamos el mismo idioma tratamos de hablar el inglés siempre.

      Las impresiones sobre ILAC son bastante buenas. Está todo muy bien organizado. En mi opinión, es como una pequeña universidad. A mi me ha sorprendido para bien y, por ahora, desde luego que la recomiendo. Y la ciudad... Increíble. Cada día me gusta más.

      Si tienes alguna otra duda, no dudes en expresarla. Bye!

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