Foto

Foto

Blog dedicado a relatar las experiencias, anécdotas y sensaciones vividas en la ciudad más grande de Canadá.

lunes, 31 de agosto de 2015

Tercera semana

Esto se va acabando. Me gustaría no tener en mente el día de mi vuelta a España, pero es imposible. De hecho, desde el mismo día en el que llegué lo tengo en mente. Por una parte, esto es bueno, porque el tenerlo presente me hace intentar disfrutar cada momento de mi estancia aquí. Pero también veo que los días pasan y que voy a echar mucho de menos todo esto. Esta penúltima semana me he dado cuenta de que ya no veo la ciudad de la misma manera. Cuando voy en metro, voy de camino a la academia, veo la CN Tower, vuelvo a casa cruzando calles típicas americanas como las de las películas, veo las graciosas ardillas y muchas otras cosas, lo que me viene a la cabeza es que dentro de poco ya no las volveré a ver o vivir. Por lo tanto, creo que estoy empezando a sentir nostalgia de Toronto incluso antes de irme. No me quiero ni imaginar el día que tenga que coger el avión...

A todo esto también hay que añadir que esta semana se han ido buena parte de las personas con las que más amistad había hecho. Y si os digo la verdad, con esto no contaba. Aunque haya compartido con ellos solamente 3 semanas o incluso solo unos pocos días aquí, ha sido un placer conocerlos y compartir parte de esta experiencia con ellos. Por lo que desde aquí quiero agradecerles cada momento, cada risa, cada anécdota que hemos vivido juntos. Ojalá podamos vernos algún día otra vez y recordar todo esto juntos.

Y después del momento melancólico, toca hablar de la nueva clase. Como algunos ya sabréis, esta semana me tocaba empezar en una nueva clase debido al ascenso de nivel. La verdad es que estoy muy contento con los compañeros y también la profesora. A algunos de mis nuevos compañeros ya los conocía de la elective class, por lo que las cosas han sido más fáciles que en la primera clase en ILAC. La profesora es muy dinámica, muy divertida y la verdad es que el tiempo se pasa muy rápido en sus clases. Además, lo bueno de mi nivel es que a penas tocamos los libros, por lo que hablamos más y eso está bien para seguir soltándonos. De todas formas, el nivel ya es más serio que en el que estaba al principio, como es lógico, y los exámenes tienen pinta de ser  bastante más difíciles, al menos al principio. Pero bueno, estamos aquí para aprender, o sea que tampoco me puedo quejar.

En cuanto a visitas, de esta tercera semana quiero resaltar la Canadian National Exhibition (CNE), de la que ya hablaré en otro artículo. Solo diré de momento que me impresionó para bien. Además de esto, también visité la Universidad de Toronto, Little Portugal (no sé ni por qué lo menciono, porque allí no había nada para visitar), Gooderham Building, Hockey Hall of Fame y Saint Lawrence Market. Lo peor es que cuando parece que ya has visto casi todo, te das cuenta de que todavía hay más sitios por descubrir, por lo que supongo que cuando me vaya pensaré que habrá cosas que no habré podido ver. Pero bueno, queda una semana por delante y hay que intentar aprovecharla al máximo.

Quizás la siguiente actualización semanal la escriba desde el aeropuerto de Toronto, aunque después la suba desde España. Pero sea como sea, espero poder decir al final de la próxima y última actualización semanal que el mes aquí se me ha quedado corto y que tengo que volver. De momento, esa es la sensación. 

viernes, 28 de agosto de 2015

CN Tower

"Con 553,5m de altura es la torre más alta del mundo y el edificio más alto del hemisferio oeste". Esta es la carta de presentación de la mayor atracción turística de Toronto, la CN Tower. De hecho, a menudo es la imagen que les viene a la cabeza a todos aquellos que conozcan mínimamente la ciudad aunque solo sea por fotos de Google, postulándose así como el icono representativo de Toronto.

Esta imponente torre construida por Canadian National Railway en 1976 contiene un ascensor que nos sube hasta la planta 114, a 342m, en 58 segundos. En esta planta podemos disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad. Se puede subir de día o de noche, cada opción con sus pros y contras. Si vamos de día y coincide con un día claro, podemos llegar a ver hasta el borde que separa a Canadá de EEUU, es decir, Niágara, donde están tres de las cataratas más famosas del mundo. Sin embargo, no podremos disfrutar de las impresionantes vistas que ofrece la ciudad de noche, que son realmente espectaculares. Uno de los inconvenientes para aquellos que quieran hacer fotografías desde arriba de noche es que la torre suele tener iluminación de noche, por lo que se presenta difícil hacer fotos con la luz que hace que la torre luzca más. Independientemente de cuando vayamos, también tendremos la opción de comer o cenar en el restaurante que se encuentra en la misma planta. Algo que también atraerá a muchos será experimentar el tumbarse en el suelo de cristal que someterá a examen nuestros miedos a las alturas exponiéndonos a la visión del pavimento directamente debajo nuestro a 342m. Y para aquellos atrevidos y amantes de las emociones fuertes, también hay una actividad que pueden realizar en la torre. Se trata de la extrema atracción llamada EdgeWalk. En esta, los visitantes salen al exterior a una altura de 356m para hacer un recorrido sobre una pasarela de 360° sin barandilla, quedando sujetos por medio de un sistema de seguridad de la más alta calidad.

Pero si creéis que solo se puede subir como máximo a 356m, estáis equivocados. Existe otro nivel, el punto más alto al que se puede subir. Hablamos del SkyPod, un mirador situado a 447m. Para subir a este nivel, hay un ascensor que nos llevará 33 pisos más arriba del mirador principal. Aunque haya que pagar un extra de 13$ CAD aproximadamente, merece totalmente la pena. Si a 342 la vistas son increíbles, a 100m más arriba, más aún. Un lugar alucinante en el cual desearemos quedarnos todo el tiempo posible, ya que nos dejará enganchados.

No puedo decir más que si vais a Toronto, vuestro principal objetivo en cuanto a visita turística tiene que ser subir a esta gran obra de la ingeniería del S. XX. No os arrepentiréis, os lo garantizo.

Vistas desde la torre de noche a 342m de altura

lunes, 24 de agosto de 2015

Segunda semana en Toronto

Una vez pasados los primeros siete días, lo que empieza a crecer es la confianza. ¿Confianza en qué aspecto? En lo relacionado a la ciudad. Mientras que la primera semana hay nervios cuando tienes que coger el metro, el bus o el streetcar, la segunda semana ya te sientes más suelto. También tienes más conocimiento de la ciudad, de cómo funciona todo, de cómo es la gente. Claro que todo esto de manera muy superficial, ya que para conocer todo esto en profundidad evidentemente haría falta vivir aquí durante un buen tiempo. Pero a lo que voy es a que la segunda semana no es una en la que pases nervios como al principio.

Algo que también ayuda es el ir conociendo a los compañeros de clase o incluso de otras en las actividades de la academia. De hecho, en cada actividad conoces a alguien nuevo. Y la verdad es que están muy bien. Por ejemplo, esta semana fui a Toronto Islands, Distillery District, la Boat Party y Niagara Falls. Además, sin ILAC y junto con un compañero de la escuela fui a Chinatown, Littel Italy y Casa Loma. Al final lo mejor es salir todo lo que se pueda y conocer la ciudad o incluso alrededores. Sobre todo si vamos por un tiempo limitado como un mes. Y si vamos acompañados, mejor aún, porque el inglés hay que seguir praticándolo fuera de la academia.

Aunque la segunda semana es esa en la que notas que ganas confianza, también ves que hay cosas que te faltan. Por ejemplo, en mi caso, donde yo vivo aquí en Toronto se come mucho pollo, arroz, hamburguesas... Las comidas y cenas por lo general están bien y no tengo ningún tipo de queja en cuanto a esto. Me he adaptado bastante bien a cuándo se come aquí y al tipo de comidas de mi familia de acogida. Pero vamos a ver, que llevo medio mes sin comer unas tristes lentejas. Y no es que me encanten ni que me hagan ilusión cuando las como en España, pero ese tipo de comidas se echan de menos, lo tengo que reconocer. E insisto, estoy contento con las comidas, pero ahora mismo aceptaría gustosamente un plato de lentejas (como mi madre lea esto voy comer lentejas durante un siglo). Luego, también echo de menos achuchar a mi perro, Indi, que para mi es mi hermano perruno. Y cómo no, la familia y amigos, sobre cuando estás agotado y solo. Por eso, aconsejo a aquellos que vayan a experimentar este tipo de experiencias en el futuro, que aprovechen todo lo posible el tiempo que vayan a estar fuera. Aquí en Toronto hay mucho que hacer, ver y disfrutar. Y como decía antes, una de las mejores cosas que se pueden hacer es participar en las actividades de la academia para estar distraído, conocer gente y disfrutar de la ciudad a la vez.

En cuanto a mi inglés, aunque es difícil de valorarlo todavía, creo que voy cogiendo soltura. He perdido el miedo a hablar, a meter la pata y cuando me veo en una situación en la que no sé cómo expresarme, me lo apunto para mirar más tarde y así también aprender. Creo que muchas veces meto la pata, pero al ser consciente de ello lo tengo en cuenta para seguir corrigiéndome y mejorar. Lo que también tengo que decir es que lo peor es cuando te sientes cansado. A mi me ha pasado algún día esta semana y cuando intentaba hablar en inglés me costaba horrores. También quería comentar que esta semana tuvimos nuestro primer examen y 5 de nuestra clase hemos conseguido pasar de nivel. Eso quiere decir que las dos últimas semanas estaré en otra clase con otros compañeros y profesora.

Y hasta ahora, esto es todo. Aunque ya he visto bastantes cosas, espero seguir disfrutando la experiencia durante la tercera semana y conocer más sitios, comidas, gente... De todas formas, sea lo que sea, os seguiré contando. Hasta entonces, sed buenos :P




domingo, 16 de agosto de 2015

Primera semana en Toronto

Esta primera semana aquí se me ha pasado volando. Ha habido de todo. Y lo mejor es que esto cada vez me gusta más. Si bien esta semana me ha servido más que nada para ir adaptándome y conociendo la ciudad, todavía me queda mucho por descubrir.

Como decía, los primeros días en Toronto son básicamente para adaptarse. Primeramente, hay que adaptarse a los horarios de aquí. Por ejemplo, yo el desayuno lo tomo a las 7 de la mañana porque a las 8:30 empezamos las clases. Luego, la comida la tenemos hacia las 11:30. ¡A ver quién come a esa hora en España! Y ya la cena es hacia las 19:30 o antes. El desayuno hay que tomarlo medianamente fuerte, porque la comida es muy básica, no como en España que suele ser contundente. Aquí ocurre eso con la cena. ¿Si es difícil adaptarse? En mi opinión no. Quizás los primeros días haya algo de hambre a ciertas horas, como les pasaba a algunos compañeros míos, pero luego uno ya se hace. En cuanto al tipo de comida esto ya dependerá de los orígenes de la familia de acogida. Yo la verdad es que no me puedo quejar con lo que nos dan en casa para comer. Quizás también sea que me he adaptado bien, no lo sé. El tema es ir con la mente abierta en cuanto a comidas, que tampoco tienen porqué ser muy distintas de las nuestras.

Con la familia de acogida todo va perfecto. Son muy agradables y me tratan muy bien. La verdad es que nos dan bastante libertad para hacer lo que queramos fuera de casa. Según me han dicho, la mayoría de familias de acogida son filipinas, aunque en mi caso al menos el hombre es canadiense. Cuando nos sentamos a cenar, la mujer también cena con nosotros y hablamos con ella, por lo que podemos seguir practicando el inglés en casa.

Al principio puede haber algo de miedo a coger el transporte público, porque uno no tiene ni idea de cómo funciona este. Pero después de unos días, enseguida se familiariza uno con el metro, el bus o el transporte que tengamos que coger. En mi caso, con coger el metro me vale. Hay otros que tienen que coger bus y metro para llegar a la academia. También es verdad que el transporte público no es barato en Toronto. Al mes, si no somos estudiantes, podemos pagar entre 140 y 160$ canadienses (no recuerdo la cifra exacta). Y eso con el pase mensual. Es bastante, sí. Pero al menos funciona bastante bien toda la red de transporte público, llamada TTC, aunque los que viven aquí tienen quejas contra su servicio y lo caro que es.

En cuanto a la academia y sus clases, bastante satisfecho. Yo tengo clase desde las 8:30 a las 13:30 (los que tienen la llamada power class hasta las 15:20). La verdad es que se hace bastante ameno. Por ejemplo, con mi profesora, que se llama Mary, solemos estar hablando durante un rato. Una vez entramos en materia y cuando hay que hacer ejercicios, nos anima a hacerlos o a revisarlos juntos para ver si hemos puesto lo mismo o no. Y para finalizar, solemos hacer un juego en equipos. Los juegos suelen estar enfocados a vocabulario, artículos, phrasal verbs... Como digo, se hace bastante ameno. Los martes y jueves la última hora y media nos separamos para ir a otra clase enfocada en un aspecto en particular del aprendizaje del inglés que nos dan a escoger el primer día en ILAC. Yo escogí listening and speaking y estoy bastante a gusto. Sobre los profesores puedo decir que son bastante agradables y divertidos y se puede aprender mucho con ellos.

Esta primera semana he podido ir a tres actividades organizadas por la escuela y estuvieron realmente bien. Fuimos a la CN Tower, al Royal Ontario Museum y al partido de béisbol entre los Toronto Blue Jays y los New York Yankees. A pesar de que son actividades que organiza la escuela, esto no quiere decir que entren dentro del precio que pagamos por las clases. Cada actividad tiene su precio y tienen que ser reservadas. Para ir a estas, tenemos un punto de encuentro o meeting point en uno de los edificios donde la escuela tiene clases. Por lo general, cuando nos reunimos ahí y da la hora en la que se nos ha dicho que estuviéramos, empiezan a comprobar que hayamos hecho la reserva y que estemos todos. Después de esto, nos llevan hasta el lugar de la visita o la actividad que vamos a realizar y nos dan los tickets. Una vez cada uno tiene su ticket o entramos todos, nos dejan libres. Es decir, podemos estar el tiempo que queramos. Todo esto por lo general. Luego, todo dependerá del tipo de actividad. Alguien que esté pensando en venir aquí en un futuro a estudiar con ILAC quizás se pregunte: “¿y si reservo una actividad o visita pero no tengo con quién ir?”. Sinceramente, eso es lo de menos. Hay quien va con amigos que ha hecho en la academia o quien va solo. Si no queremos estar solos, durante cada actividad seguro que conoceremos gente con quien podremos estar para no sentirnos solos. O también nos podemos encontrar con compañeros de clase. De verdad que es algo que no importa. A alguien terminaremos conociendo. Que no sea esto algo que nos cohiba de subir a la CN Tower o de ir a la cataratas del Niagara, por favor.

Los compañeros de clase son muy majos. Hay alguno que está un poco loco, pero siempre hay risas en clase. Se respira buen ambiente. Lo mejor es conocer gente de otros países y culturas que quizás ni siquiera pensábamos que llegaríamos a conocer jamás. Yo, por ejemplo, me esperaba conocer japoneses, pero no coreanos, y hay un montón. También es importante que aunque haya hispanohablantes en clase (yo tengo una colombiana y una chilena), practiquemos el inglés con ellos. Si vamos para estudiar inglés, tenemos que practicarlo el máximo posible. Algunos pensareis que es imposible si uno se mezcla con gente que habla su misma lengua. Pero es posible. De hecho, en mi visita a la CN Tower, estuve con un grupo en el que estábamos una chica mexicana, un chico chileno y dos españoles. Pues bien, en todo el tiempo que estuvimos allí, no hablamos nada de castellano. Por lo que se puede. Solo hay que proponérselo.

Con el idioma me voy defendiendo bastante bien, aunque cuesta bastante entender a los nativos en sitios en los que hay mucho ruido o cuando hablan muy rápido. Sin embargo, tampoco tienen problema en repetir las cosas. Saben que hay mucha gente de fuera y que algunos venimos a estudiar inglés aquí.

Por último, la ciudad y todo lo que a ella concierne me encanta, o al menos hasta el momento. A cualquiera que le guste el rollo americano, las ciudades grandes y multiculturales, le tiene que gustar Toronto. Además, las personas que trabajan de cara al público, son muy agradables. De hecho, según el lugar incluso se interesan por qué tal nos encontramos y demás. Luego, uno puede caminar tranquilo por la calle, no hay sensación de inseguridad. Los que han podido visitar Estados Unidos me han dicho que en Toronto tampoco hay tantos vagabundos como allí. Y la verdad es que no hay tantos como quizás pudiera haber en otras ciudades grandes.

Resumiendo, esta primera semana está siendo muy satisfactoria, y aunque también echo de menos a mi gente, estoy disfrutando mucho de la experiencia. Tengo la confianza de que así seguirá siendo. 

Mi primer partido de béisbol

Haber asistido por primera vez a un partido de béisbol ha sido una experiencia increíble. El partido fue entre los Toronto Blue Jays y los archiconocidos New York Yankees. Justamente, estos dos equipos están compitiendo por el título, por lo que ha sido uno de los partidos más importantes de la temporada. Como os habréis dado cuenta, los Blue Jays son el equipo local, por lo que evidentemente yo animé a estos. Y lo mejor fue que los de Toronto ganaron! Fue increíble ver cómo se celebra un home run. Es algo parecido a celebrar un gol en el fútbol, pero a lo americano. Sí, esto de “a lo americano” tampoco sabría explicarlo muy bien, es algo que hay que vivirlo. 

Alguna de las cosas que me gustaron fue lo bien montado que estaba todo sobre todo dentro del estadio. Había varios puestos en los que se podía coger algo para coger o beber, y además con buena variedad. También me gustó que hubiese pantallas para ver las repeticiones. Es algo que debería haber en la mayoría de este tipo de deportes, yo creo. Luego, cómo no, hubo el momento patriota de cantar el himno, tanto el estadounidense como el canadiense. La primera vez que veía algo así en directo. Todo muy anecdótico. A todo esto, las entradas eran más baratas que para ver un Real Sociedad – Getafe. De verdad.

Cierto es que el béisbol no es el deporte más atrayente de aquí. De hecho, a los nativos les parece un deporte aburrido. Y la verdad que sí, es un deporte muy pausado. De hecho, tranquilamente puedes mantener buenas conversaciones durante el partido, algo un poco difícil en un partido de fútbol (o soccer, como lo llaman aquí). De todas formas, creo que cualquier persona que viaje por primera vez a Norteamérica debería ver un partido de béisbol, porque aunque sea un deporte con poco movimiento, es emocionante verlo por primera vez.

Por último, os dejo una foto del partido. La ubicación no estaba mal, pero si hubiese estado al otro a lado del Rogers Centre hubiese tenido unas vistas increíbles, ya que la CN Tower está pegada al estadio.


martes, 11 de agosto de 2015

Primer día en Toronto

Ya hace cosa de un día y medio que llegué, y ya hay alguna que otra cosa que contar. Iré de forma cronológica.

Puedo decir que esta experiencia comienza a partir de la despedida con mis padres en el aeropuerto de Lisboa. A partir de ahí, sólo estoy yo, no hay nadie más conmigo y me las tengo que empezar a arreglar yo solito. Pues bien, después de despedirme, tenía que pasar el control de seguridad del aeropuerto. Aquí no debería de haber habido ningún tipo de complicación, pero lo hubo. Cuando pasé yo sólo sin maletas, me pitó el detector. Me cachearon y nada. Luego, la policía que estaba en el escáner detectó algo en mi mochila. Mandó que se me abriera y sacara todo. No vieron nada. A pasar otra vez todo por el escáner por separado. Yo ya empezando a preocuparme por si me habían metido droga en la mochila... Bueno, total que la culpa de todo esto la tuvo mi grapadora. Si, las policías se reían. Tras esto, pasar por la aduana, por todas las tiendas que te hacen pasar y al final llegar a la puerta de embarque. Allí es donde me empiezo a dar cuenta de que es muy difícil saber quién es canadiense, como me sigue pasando ya aquí. Tras esperar más de media hora, empezamos a embarcar.

Ya en el avión, un A330, la cosa coge buena pinta para un viaje de entre 7 y 8h. Resulta que el avión que nos tocó tenía pantallas táctiles en los reposa cabezas y podías escoger qué peli, serie o programa ver (la variedad era amplia) o incluso jugar a algunos de los juegos que venían incorporados. Además de eso, también podíamos estar viendo en estas pantallas en cualquier momento que quisiéramos cualquier dato sobre el vuelo. Luego, en lo que a este se refiere, hubo de todo. En general fue tranquilo y se iba a gusto. Sin embargo, hubo algunos pequeños momentos de turbulencias (como mucho 2min) en los que no lo pasamos muy bien. De hecho, en un momento el avión se puso en una posición incluso un poco más inclinada que en los aterrizajes. En ese momento que duró tan solo 2 segundos yo ya me veía tocando agua. Qué sensación... Finalmente, aterrizamos en Toronto sin ningún tipo de problema. 

Una vez en suelo canadiense, la sensación de satisfacción era alta. Por fin había llegado. Pasé la aduana sin ningún tipo de problemas (me hicieron alguna pregunta, pero todo fue bien), y luego, a por las maletas. La primera la pillé según llegué a la zona de recogida de maletas. Pero hasta que me llegó la segunda tuve que esperar unos 30min, pero bueno, entraba dentro del tiempo durante el que me estarían esperando los representantes de ILAC. Por lo tanto, al salir de allí, miré al punto de información, que se ve enseguida, y allí estaban. Después de darme una cordial bienvenida, tanto a mi como a una pareja brasileña nos llevaron a nuestros respectivos homestays. El conductor era latino, por lo que esos primeros momentos no hablamos en inglés. En el viaje a las casas me di cuenta de que Toronto, en extensión, es enorme. Pero enorme, eh! Después de andar varios kilómetros en coche y dejar a la pareja brasileña, llegamos a la casa de mi familia de acogida. Es una zona con una estampa típica de las casas unifamiliares americanas, con todas sus calles lo más rectas y parecidas posibles. Casas muy bonitas, coches muy grandes, aceras bajas, carreteras anchas. Se respiraba tranquilidad. Nos bajamos del coche y mi chofer me acompañó hasta la puerta de la casa de mi familia. Después de tocar la puerta de la casa de Jay y Rosana (estos serán algo así como mis padres canadienses), la mujer, filipina, nos abrió la puerta. Me dio la bienvenida y enseguida entramos en casa. Lo primero que me ordenó, eso si, fue que me quitara las zapatillas antes de entrar. Por lo tanto, las dejé en la entrada y seguí en calcetines. Me llevó directamente a mi habitación para que dejara allí mis cosas y también enseñármela. Una habitación con dos camas, una televisión grande apoyada sobre un armario y un armario empotrado. También con una ventana que da al jardín. Luego, pasó a enseñarme toda la casa y me explicó lo que necesitaba saber. Me sorprendió entenderla tan bien como lo hice. Esperaba estar muy perdido los primeros días. Tras ver la casa, me dio las llaves de casa y me dejó descansar. Quizás, estar ese tiempo solo ha sido lo peor hasta ahora. Empiezas a asimilar todo, a echar de menos a la gente más cercana, a darte cuenta de que estás solo, que no conoces a nadie, tampoco sabes dónde estás realmente... Pero bueno, no todo iba a ser felicidad absoluta. Después de unas horas, llegó uno de los estudiantes que vive en la misma casa que yo. Se llama Yuki y es japonés. Un chico muy majo y alegre. Cenamos juntos, y mientras tanto, nuestra familia de acogida se fue a la iglesia. Después de cenar y tras haber estado conversando con Yuki un rato, me fui a la cama. Según me tumbé me quedé frito. Eran las 8 p.m. de aquí. Más tarde, llegó mi compañero de habitación, ucraniano, al cual todavía no me he podido ni presentar. El tema es que mientras que yo tengo clases por la mañana, él las tiene por las tarde, por lo que aprovecha a dormir a la mañana. Luego, cuando yo llego a casa, él ya no está, y encima suele llegar tarde. Supongo que algún día nos presentaremos, pero ya veremos cuando...

A la mañana, me levanté a las 6 a.m., ya que tenía que estar a las 8 a.m. en la academia e ir desde casa supone unos 30-45 minutos. En este trayecto me acompañó Yuki para ayudarme a conocer el camino a la estación, dónde bajar y cómo llegar a ILAC. Una vez llegamos, aquello estaba abarrotado de nuevos estudiantes. Gracias a que había hecho el check-in antes, me dirigieron de los primeros a donde teníamos que ir a por alguna información que nos tenían que dar. Después, nos llevaron a la biblioteca pública de Toronto donde hicimos el test para que evaluaran nuestro nivel. Durante el tiempo que esperábamos para hacer una parte del test, pude conocer otros nuevos estudiantes y empezar a practicar con ellos el inglés. La gran mayoría eran asiáticos y brasileños. En la biblioteca también nos dieron algunos detalles sobre la academia. Una vez nos hicieron toda la orientación, nos dejaron libres. La pena fue que justo cuando nos dejaron libres empezó a llover, por lo que tampoco apetecía hacer demasiadas cosas. De todas formas, yo me animé a ir a Eaton Centre solo, que me ha parecido espectacular. Es un centro comercial enorme, con una gran cantidad de tiendas y lugares donde comer. Pero bueno, ya hablaré sobre este lugar de forma más extensa en otro momento. Después de pasearme por Eaton Centre durante unas horas y conseguir una tarjeta sim para el movil, volví solo a la casa y llegué sano y salvo. 

Ahora mismo la sensación es que hay muchas cosas que tengo que conocer y que va a llevar su tiempo. Hay cosas que me van gustando y no tenemos en España. Luego, como ya he dicho antes, no soy capaz de saber quién es canadiense y quién no, porque aquí todo el mundo parece de fuera. De momento, Toronto tiene buena pinta. Os seguiré contando.

PD: Os dejo alguna foto de la casa en la que estoy viviendo. Son sacadas del Street View de Google Maps. A ver si las próximas fotos que suba pueden ser propias.



jueves, 6 de agosto de 2015

La cuenta atrás

Ya faltan solamente dos días para llegar a Toronto. Tras meses de espera, no queda nada. Sin embargo, no ha sido hasta ahora, a unos días de irme, cuando he empezado a asimilar que me voy. De hecho, creo que era más consciente de ello toda la gente de la que ya me despedí la semana pasada que yo mismo. La verdad es que hay muchas ganas de ir, de conocer un nuevo país, una nueva ciudad, una nueva cultura. Pero no creo que asimile nada por completo hasta que pise el aeropuerto de allí.

Varias personas son las que me han dicho que un mes allí se me pasará volando. Sinceramente, espero que así sea. Eso significará que la experiencia habrá sido inmejorable. Y creo que a priori hay factores más que suficientes para que así sea. No solo está el hecho de que vaya a vivir un mes en Toronto. También hay que contar con las nuevas personas que conozca y con las que más y mejores momentos vaya a compartir, la experiencia de vivir con una familia nativa, la actividades de ocio que realicemos con la academia y demás cosas que podré contar una vez las viva.

No sé si lo normal sería que ya estuviese nervioso por el viaje que voy a realizar en menos de 72h, pero la verdad es que apenas noto los nervios. Supongo que en cuanto ponga rumbo al aeropuerto ya será otra cosa, pero de momento poca cosa. Algo que ha influido positivamente en esto ha sido el que la academia que he contratado para cursar las clases de inglés en Toronto, ILAC, me haya provisto de lo necesario con tiempo. De hecho, algunos de los documentos importantes que necesitaré para salir del aeropuerto los tengo desde hace meses. Lo que más tarde ha llegado en confirmarse ha sido el tema de la familia que me acogerá, aunque ya estaba previsto que se me anunciase tarde. Aunque sí que ha habido algo de nervios antes de saber dónde estaré viviendo durante un mes, una vez recibida la información, puedo respirar tranquilo. El otro aspecto que me está ayudando a seguir más o menos tranquilo es el estar de vacaciones en estos momentos. Con la excusa de coger el vuelo en Lisboa, ¿por qué no aprovechar y echar unos días en Portugal haciendo turismo y distrayendo la mente antes de poner rumbo a las Américas? Muy recomendable, hacedme caso ;)
Aunque todavía no soy del todo consciente, sé que echaré de menos a todos mis allegados. Aunque sea algo en lo que no he pensado mucho por ser solo un mes lo que voy a estar alejado de mi familia y amigos, no hay duda de que los extrañaré. 

Y bueno, en este post lo que quería compartir con todos vosotros es lo que son los días previos a realizar un viaje como este. Esperaba poder contar algo más sobre nervios, sensaciones y demás, pero sorprendentemente para mi, estos últimos días están siendo bastante más tranquilos de lo esperado. Quizás sea que aún no me crea del todo dónde estaré dentro de 2 días. Eso sí, estoy con muchísimas ganas de ir y vivir la experiencia en la que llevo pensando desde noviembre del año pasado. La verdad es que el viaje promete y espero que incluso supere mis expectativas. 

La cuenta atrás ha comenzado.

ILAC, International Language Academy of Canada

Os presento la academia en la que estaré estudiando durante un mes entero: ILAC. 




ILAC es una academia canadiense de inglés premiada en varias ocasiones como la mejor de Canadá. De hecho, año tras año recibe algún premio de distintas entidades de prestigio. Esta academia está situada en Toronto y Vancouver, dos de las mejores ciudades del mundo para vivir según algunas revistas internacionales. Por lo tanto, no es de extrañar que reciba una gran cantidad de estudiantes de todas partes del mundo cada año.

Cantidad de españoles

Uno de los países de origen de estos estudiantes es España. Y es que hay que decir que desde este país cada año salen muchísimas personas a otros países para aprender o mejorar en algún idioma, sobre todo el inglés. Reino Unido, Irlanda, EEUU, Canadá y Australia siempre tendrán su número de estudiantes españoles. ¿Quiere decir esto que da igual a dónde vayamos a estudiar inglés que siempre encontraremos gente de nuestro país? Sí y no. Sí porque siempre encontraremos algún español independientemente del destino escogido para estudiar el inglés. Y no porque no hay el mismo porcentaje de españoles en un lugar que en otro. Como ya comenté en otro post, Reino Unido e Irlanda son los destinos más escogidos por nosotros  para estudiar inglés. Siempre tendrán más españoles que Canadá, EEUU o Australia. Por lo tanto, no hay que preocuparse demasiado por el número de españoles que nos podamos encontrar en esta academia en concreto, ILAC. Aunque es verdad que también recibe estudiantes latinoamericanos, hay que decir que hay mucho estudiante japonés y brasileño. De todas formas, y para hablar de números, os dejo a continuación un enlace en el que podréis ver alguna tabla con el porcentaje de estudiantes de distintos orígenes que recibe la academia: ILAC Students

Atención, de 10

La atención de la academia a sus futuros estudiantes es excelente. De hecho, podemos ser atendidos en nuestro propio idioma, en este caso el español, así como en otros idiomas como el ruso o francés, por ejemplo. Por lo tanto, podemos recibir una atención personalizada que se agradece en gran manera en estos casos, sobre todo si estamos haciendo todo por nuestra cuenta. Atienden a todos las consultas que se les hacen respondiéndolas en un espacio de tiempo de un día como máximo, por lo general.
En mi caso, desde que contacté con ellos se han portado muy bien, haciendo todas las gestiones lo más rápido posible y entregándome los documentos necesarios (carta de aceptación y demás) cuanto antes. Desde el principio me dijeron que los detalles de la familia de acogida no me los darían hasta entre 1 y 2 semanas antes de mi llegada. Quizás ha sido lo más angustioso de todo, tener que esperar tanto tiempo cuando 8 meses antes ya tenía todo lo demás hecho. Se va acercando la fecha de volar, quieres saber ya todo, pero todavía falta esperar a que te den detalles importantes como la dirección de donde vivirás. En mi caso, estos detalles llegaron 6 días antes de mi llegada, un lunes. Sabiendo que sábados y domingos no trabajan, por lo que no podía recibir nada esos días, podemos decir que cumplieron con las fechas.
También quería hacer mención al servicio de pick up (recogida en el aeropuerto). Es un servicio que podemos contratar si queremos y puede venir bien si queremos estar más tranquilos cuando lleguemos al aeropuerto. Con este servicio, un representante de ILAC nos viene a recoger y nos lleva directamente a nuestro alojamiento. Una de las ventajas que he podido observar según la información que me han enviado es que podemos hacer una llamada gratuita de hasta 3min a nuestra familia (es decir, una llamada internacional) para informarles de que hemos llegado. De momento, tiene buena pinta este servicio, pero cuando llegue dentro de 2 días, os lo contaré mejor.

Sin intermediarios

La manera de la que yo conocí esta academia supongo que fue como muchos, investigando y buscando academias de inglés en Canadá por Internet. De hecho, si no recuerdo mal, suele ser de las primeras en aparecer en el buscador. La verdad es que no sé si hay alguna agencia que trabaje con esta academia, aunque supongo que la habrá. Sin embargo, no creo que sea necesario. Yo me he sentido muy bien atendido en todo momento a cada consulta que les hacía por email. También he de decir que he tenido que investigar por mi mismo algunos temas, como por ejemplo sobre los documentos necesarios a presentar en el aeropuerto de allí. Pero bueno, esto es algo que no cuesta nada hacerlo, y como digo, cualquier duda, se les puede consultar y ellos muy amablemente la aclararán. Luego, sobre el tema del avión, teniendo en cuenta algunos consejos que di en el post titulado “Volando voy...”, no nos haría falta ninguna agencia que nos hiciese este tipo de cosas. Y lo mejor es que nos estamos ahorrando una buena cantidad de dinero. No quiero que parezca que voy en contra de las agencias, ni mucho menos, pero si podemos arreglárnoslas solos y ahorrarnos así algo de dinero, mejor. Pero si preferís hacerlo por agencia e ir a ILAC, yo no puedo recomendar ninguna porque no conozco. Todo será investigar un poco, digo yo.

Aprovechando que en este apartado hemos hablado un poco de dinero, me gustaría añadir algo más a favor de estudiar en Canadá de lo que puse en el post titulado "Y, ¿por qué te vas hasta Toronto?" como ya prometí que haría para este nuevo artículo. Como acabo de decir, haciendo las cosas por nuestra cuenta, todo nos saldrá más barato. De hecho, haciendo las cosas de esta manera, podemos ir a estudiar inglés al otro lado del Atlántico por menos dinero que en Inglaterra, por ejemplo, por varias razones. Para empezar, el coste de las clases es más barato en Canadá. Luego, si escogemos la opción de homestay, nos incluirá las 3 comidas de cada día, cosa que no es común en las academias de inglés de Reino Unido o Irlanda que ofertan este servicio. Como ya mencioné, gracias al cambio de moneda al dólar candiense salimos ganando (los europeos por lo menos), mientras que en Inglaterra perderíamos, además de ser las cosas más caras. Y diréis: "si, ¿y el billete de avión?". Pues también hablé de ello en un post anterior, en el cual se veía que hay maneras de volar a Canadá por menos de 500€. Cierto, sigue siendo más caro que volar a Irlanda, Reino Unido o incluso Malta, pero la diferencia es menor de lo que va a ser la diferencia de precio total de las clases más el alojamiento entre estudiar en estos países o en Canadá. Y todo hay que decirlo, ILAC, para ser una de las mejores, si no la mejor academia de inglés del país, tiene unos precios para nada disparatados para lo que podemos encontrar mucho más cerca de la península ibérica. Por lo tanto, coged boli, papel y calculadora y puede que veáis que inviertiendo un poco de tiempo en buscarnos la vida a la hora de contratar academia y comprar el billete de avión, nos sale mejor cruzar el charco.

Actividades

ILAC es una delas academias que, en mi opinión, más oferta de ocio tiene. Durante la semana tiene muchas actividades que podemos realizar para conocer mejor la ciudad. Algunas de las excursiones típicas en Toronto son visitar la CN Tower, el Art Gallery of Ontario, el Royal Ontario Museum o la Casa Loma. También podemos hacer salidas o escapadas los fines de semana a las cataratas del Niágara, al parque natural de Algonquin y visitar ciudades como Quebec, Montreal, Ottawa e incluso Nueva York. Desde luego que quien se aburra allí será porque quiere. En cuanto a Vancouver, también allí tienen muchas y variadas actividades y excursiones para sus alumnos, aunque a priori pudieran parecer más atractivas las ofertadas en la ciudad más grande de Canadá, aunque claro está, cada uno tiene sus gustos.

YouTube

La academia tiene un canal en YouTube que nos permite escuchar testimonios de algunos estudiantes de ILAC sobre distintos aspectos, así como también ver cómo es la academia por dentro. Hay otro tipo de vídeos también que nos pueden gustar más o menos según nuestros intereses. Lo que está claro, es que la presencia de ILAC tanto en YouTube como en redes sociales como Twitter o Facebook es algo muy positivo, ya que se acercan más a nosotros.

miércoles, 5 de agosto de 2015

El alojamiento

¿Qué opciones de alojamiento hay cuando queremos ir a estudiar inglés a Canadá? ¿Cuáles son las mejores? ¿Qué es un homestay? Las respuestas a continuación.


Por lo general, cuando uno va a estudiar un idioma al extranjero, las principales opciones de alojamiento que tiene son dos: residencia o homestay. De hecho, estas son la opciones que la mayoría de academias ofertan para sus estudiantes. Sin embargo, también se puede prescindir de ambas y escoger vivir en un piso compartido, hotel, hostal o albergue. La desventaja de estas opciones es que terminan siendo más caras que las ofertadas por las academias.

Residencia y Homestay

Hay dos puntos que juegan muy a favor de las opciones de residencia y homestay:
  • Normalmente gestiona la propia academia las estancias en ambos tipos de alojamiento.
  • Son más apropiadas para seguir aprendiendo más inglés fuera de clase y aprovechar al máximo la experiencia.
La verdad es que es muy cómodo elegir una de las dos opciones, comunicárselo a la academia y olvidarse del tema. Si escogiéramos vivir en un piso compartido, hotel o albergue nos llevaría más tiempo buscar algo que se ajuste a nuestras necesidades. Además, seguramente ni siquiera sepamos cuáles son las partes más recomendables para vivir en la ciudad y tengamos que buscar información sobre el tema, así como mirar que tengamos estaciones de metro o bus cerca. La academia tiene todo esto en cuenta y busca el alojamiento que mejor se adapte a nuestras necesidades basándose también en algunas de nuestras prioridades o circunstancias.
Luego, es más fácil aprovechar más y mejor nuestra estancia allí estando en una residencia o homestay porque estaremos rodeados de gente con la que en principio solo podremos comunicarnos en inglés (pero siempre nos encontraremos con algún español o hispanohablante por alguna parte, eso seguro). Además, es una forma de conocer a otras personas, otras culturas...

Homestay

Debido a que mi elección ha sido esta, me centraré en esta opción. La verdad es que desde el principio tuve claro que este era el tipo de alojamiento que quería. Pero, ¿qué es un homestay? Básicamente se trata de vivir en casa de una familia canadiense. ¿Por qué tenía tan claro que quería esto y no vivir en una residencia? Por varias razones. 
En primer lugar, considero que al estar alojado en casa de una familia con la que solo me puedo comunicar en inglés me ayudará mucho tanto a mejorar mi listening (compresión auditiva) como mi speaking (expresión oral). También hay que puntualizar en cuanto a esto que la familia, en el caso de Canadá, no tiene por qué ser totalmente candiense. Es decir, puede ser que nos toque una familia que sea descendiente de gente que emigró al país. 
Además, en los homestay también podemos olvidarnos parcialmente de tener que cocinar, ya que "x" comidas del día las tenemos cubiertas. En mi caso, debido a la academia escogida, tengo cubiertas 3 comidas al día todos los días de la semana. Pero en Inglaterra o Irlanda, por ejemplo, lo normal es que la estancia solo cubra 2 comidas al día. 
Dentro de la opción de homestay podemos elegir habitación individual o compartida. Y es que seguramente haya algún estudiante más (que no debería de ser de nuestra misma lengua) viviendo en la misma casa. Por eso están las opciones de habitación individual o compartida. Evidentemente, si cogemos compartida nos saldrá más barato, pero si preferimos intimidad o "estar más a lo nuestro", por así decirlo, podemos optar por la individual.
Que estemos viviendo con una familia va a suponer, como es lógico, que no vamos a poder hacer todo lo que nos dé la gana. Es decir, habrá unas normas dentro de la casa que tengamos que cumplir. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos salir por nuestra cuenta y tengamos que hacer solo lo que la familia haga, ni mucho menos. Es más, a los que escogen la opción de homestay se les da una llave de la casa para que tengan la libertad de entrar y salir cuando quieran dentro de los horarios establecidos.
Gracias a que, como he dicho, todo lo gestiona la academia, estaremos a una distancia razonable de la academia. Las casas de las familias que acogen estudiantes no suelen ser pisos, por lo que estaremos alejados del centro, seguramente en algún tipo de urbanización o sitio tranquilo, como la típica calle que todos conocemos de la familia Simpson. Por lo tanto, es casi seguro que haya que coger transporte público para ir a la academia (si está situada en el centro de la ciudad), pero este lo tendremos a pocos minutos de la casa.

En mi caso, la información de la familia que me acogerá me llegó hace pocos días. Lo que sé es que me acogerá una pareja, que en principio, por el apellido, yo diría que es nativa. No tienen mascotas ni hijos. Estaré viviendo a 32min de la academia (calculado por la misma, incluyendo 20min de metro), en North York. De momento, tengo buenas impresiones. En unos días veremos. Pero ya tengo ganas de conocer a mi familia de acogida y sus costumbres.